Mundos y demonios: Capítulo primero. Si Mundos en la eternidad fue definida por el mismo Aguilera como un capítulo "0", como una introducción, una puesta en escena del universo de Akasa-Puspa; esta segunda novela es el primer capítulo de la saga. Porque estamos hablando de una saga: Este capítulo primero sólo es un paso más dentro de este universo, la imaginación del autor está creando una saga de cariz cósmico.
La novela empieza como un Space Opera clásico, ubicada en el tiempo años después del final de Mundos en la eternidad, con batallas espaciales entre angriffs y humanos y conquistas planetarias pero Aguilera va incorporando nuevos elementos y situaciones que van transformando la novela hasta convertirla en una extensísima visión del futuro de la humanidad y de la evolución del universo.
La exploración de la Esfera (descubierta en la anterior novela) por parte de la coalición Imperio-Utsarpini y su macroecología son sólo el punto de partida para que el autor desarrolle una historia inmensa donde Mundos y demonios sólo es una pequeña parte. Una historia que desembocará en un misterio cósmico, en medio de un argumento con periodos de tiempo inabarcables, acción frenética y la propuesta sutil de teorías científicas y místicas (en ciertos aspectos me ha recordado a Rihla), muy entrelazadas, entre sí que acaban formado un tejido muy rico y firme.
Tampoco no tenemos que olvidar que las aportaciones científicas continúan estando a la altura de las planteadas junto con Javier Redal a la anterior obra. Aguilera sigue esta línea para continuar mostrándonos el universo de Akasa-Puspa desde una perspectiva realista, aunque algunos elementos nuevos incorporados pueden parecer formar parte más del lado de la ciencia más teórica.
Mundos y demonios se desarrolla en capítulos cortos e intensos, en diversas líneas de acción que dan vivacidad a la obra y entre personajes carismáticos (Incluso los alienígenas angriff). Creo que Aguilera ha madurado mucho a los personajes en esta segunda novela, haciéndolos más interesantes, más racionales, enfocando buena parte de la narración bajo sus puntos de vista. Y no olvidemos que aquí, los angriff tienen un papel destacable y que la descripción de su cultura es primordial para que los alienígenas nos parezcan creibles
"Adictiva" sería un buen adjetivo para definirla pero también "inquietante" o "desmesurada". Precisamente esta desmesura puede hacer que el lector que no haya leído antes Mundos en la eternidad se pierda situaciones y hechos imprescindibles.
Aguilera tiene tanto campo para desarrollar... tanto puede dedicarse a continuar el eje vertebrador que ha estado narrando hasta ahora cómo recrearse con el pasado de Akasa-Puspa o en los conflictos presentes que tienen lugar lejos del nudo argumental de la Esfera. Tenemos que pensar que el autor ha dejado varias pistas e ideas que no ha desarrollado todavía, sin ir más lejos el papel de la Hermandad que en esta segunda novela es casi obviada. Akasa-puspa se puede convertir en una saga galáctica con todas las de la ley.
Para poner una pega, se podría decir que la presente novela no es del todo autoconclusiva ya que sí que resuelve algunos de los misterios planteados en Mundos en la eternidad pero obra otros. Es, pues, un capítulo más, esperamos que el primero de muchos.
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