Tercera y definitiva parte de las Leyendas de la Dragonlance.
Pues sí, los autores reprenden el camino perdido en La
Guerra de los enanos y completan la trilogía de forma
espectacular. El trato a los personajes principales (Raistlin, Caramon
i Tas) es soberbio y las relaciones entre ellos, sobretodo entre
los hermanos, muy interesante. También observamos aquí
unas dosis de dolor no muy propias de la saga.
Realmente, los viajes en el tiempo, el carisma de los personajes
(de los cuales no podemos olvidar a una magnífica Kitiara)
y las metas particulares de cada uno de ellos (amistad, amor, megalomanía,
sacrificio) hacen que esta tercera parte se concluya más
que correctamente y de te deja un gusto agridulce: El de una buena
aventura pero también el de fin de esta.
Porqué el resto de los libros de la saga Dragonlance ya
no serán lo mismo
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