Alejo Cuervo decidió
publicar la obra completa de ciencia ficción de Fredric Brown
dentro la colección Gigamesh, tanto sus novelas (que no son
demasiadas) que saldrán en un futuro, esperemos, no muy lejano,
como todos sus cuentos de Ciencia Ficción. fue una decisión
arriesgada, publicar íntegramente el 100% de la obra de una
autor comporta tener las ideas muy claras pues obviamente no toda
la producción literaria de Brown es excelente y por lo tanto
también se incluyen cuentos y novelas de calidad literaria
más mediocre. Pero el alma matter de Gigamesh ha apostado
fuerte y publicará novel.las de Brown que otras editoriales
han sacado hace relativamente poco (como Marciano,
vete a casa de Bibliópolis) a sabiendas de que esto restará
ventas. Cuando menos, es muy loable esta integridad. El equipo de
Gigamesh, además, ha realizado una tarea editorial encomiable
referenciando toda la obra de Brown al final del volumen, una información
que siempre es de agradecer.
Este es el primer volumen que recoge la obra
completa de Brown e incluye los relatos de ciencia Ficción
escritos entre 1941 y 1949.
Particularmente, hasta ahora sólo había
leído dos novel.las de este autor (la curiosa Marciano,
vete a casa y la genial Universo
de locos), pero ninguno de sus cuentos y debo reconocer que
me ha sorprendido. Brown tiene la capacidad de enganchar al lector
casi desde el primer momento a la historia que explica ofreciéndole
una trama adictiva y una complicidad con los personajes. El lector
se identifica inmediatamente con estos personajes, sus motivaciones,
sus manías, su carácter. Y es dificil hacerlo con
pocas líneas, en el espacio reducido de que disponen los
cuentos.
Brown trata todos los temas imaginables en la
ciencia ficción pero destacan algunas premisas, algunas pautas:
A menudo explora el límite entre la locura y la realidad
o entre los sueños y la realidad intentando crear confusión
al lector, pero sólo la justa para que este disfrute de la
obra sin agobios. Sus temáticas giran mucho sobre encuentros
extraterrestres, más en la línea de invasiones y conspiraciones
secretas que no por la vía de la violencia. Una línea
muy seguida en aquella época por autores americanos, mucho
antes de la revolución que fue la new age de finales
de los sesenta.
Pero tanto si nos encontramos con invasiones
alienígenas como con casos policiacos futuristas (su vertiente
de escritor de novelas de misterio y policiacas se demuestra también
en sus cuentos de ciencia ficción pues muchos de ellos tienen
como argumento de base una investigación criminal) Brown
utiliza reiteradamente el humor sutil para abonar sus relatos. Y
este es un ingrediente más para que sus cuentos sean más
que amenos y su calidad literaria indiscutible.
Este primer volumen incluye 27 cuentos. No es
muy difícil afirmar cuales son las mejores historias tanto
por su originalidad como por su calidad intrínseca (al menos
según mi punto de vista): El gusano angelical, Arena, las ondulaciones, Ven y enloquece, Carta a un fénix y No miras atrás. El resto mantiene un muy buen nivel
y te abren boca para el segundo volumen.. Sólo dos de los
cuentos me han parecido especialmente flojos: Aún no es
el fin y El truco del sombrero.
Otras curiosidades son Ocaso y La
broma que más cuentos de ciencia ficción, el primero
es una curiosa entrañable revisión prehistórica
y el segundo una historia costumbrista con final trágico.
Sea cómo sea, una antología
imaginativa, divertida y básica. Muy recomendada.
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