Siguen las aventuras de Adam Reith por el planeta Tschai. Este
segundo volumen del ciclo El planeta de la aventura nos muestra
como Vance aporta aún más imaginación a la
recreación del mundo de Tschai.
En esta ocasión, aparte de buscar la forma de abandonar
el planeta, nuestro héroe debe luchar contra la serie de
conspiraciones políticas que le rodean. Un volumen con un
poco menos de acción que el primero y con un planteamiento
más enfocado a las intrigas palaciegas pero que sigue manteniendo
un buen ritmo. La diversión continua asegurada.
Quizás en contra habría que comentar las a veces demasiadas
prisas que tiene el autor para avanzar acontecimientos. A menudo,
nuestro heroe pasa de de un lado a otro de Tschai en pocas líneas
cuando a veces se está capítulos enteros en cruzar
una ciudad o un pequeño territorio. Con esto quiero decir
que existe un ligero desequilibrio narrativo que queda oculto por
la imaginación de Vance a la hora de crear nuevas aventuras
en un mundo cada vez más sorprendente.
También se encuentra a faltar una cierta profundización
en una de las cuestiones principales: La existencia de la raza humana
en Tschai. Vance se centra aquí más en los argumentos
secundarios que en el principal, excepto en su tramo final.
De todas formas, es un buen libro para disfrutar de una divertida
lectura sin pretensiones literarias.
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