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Al igual que pasó en El hijo de las estrellas, llega un momento en toda saga que hay que detenerse un rato y mirar atrás. Si en dicho volumen repasábamos la infancia del protagonista principal, Thorgal, en Aaricia, tal como indica el título descubriremos algunos momentos de la vida de la esposa de nuestro héroe.
A tal efecto, Van Hamme y Rosinsiki diseñaron tres aventuras muy diferentes que reflejaran el carácter de Aaricia y también su relación de niñez con Thorgal. La primera es "La Montaña de Odín", una entrañable aventura de una Aaricia muy joven que ha perdido a su madre. Se incorporan personajes de la mitología nórdica que tientan a la incente joven en una búsqueda sin sentido. Sólo la aparición de un Thorgal preadolescente ayudará de verdad a la princesa vikinga. No es una gran aventura pero ayuda a situarse en el contexto. Ya se ve aquí como Thorgal va un poco a la suya.
Es pero en "Las primera nieves" donde nos situamos más en un plano histórico y donde se ve claramente que la infancia de Thorgal no fue un camino de rosas. La ayuda, en este caso de Aaricia, lo salvará de las maquinaciones de Gandalf el Loco, el rey de los vikingos del norte y padre de Aaricia. Esta es una aventura muy bien narrada, que se ajusta perfectamente al pasado de Thorgal y que evidencia las malas relaciones que había entre él y su futuro suegro (relaciones que se precipitan al intento de asesinato de Thorgal en la primera página del primer número, La maga traicionada. En todo caso, una buena historia.
Finalmente, al igual que ocurrió en los flashbacks de Thorgal en El hijo de las estrellas, tenemos también una aventura 100% inmersa en mitología nórdica, "Las lágrimas de Tjahzi". En esta, Aaricia conoce a un dios menor de Asgard, Vigrid, al que ayuda en sus peripecias. No resulta demasiado interesante como no sea para conpcer un poco más sobre mitología.
En definitiva, un volumen tranquilo, a la espera de lo que será una de las obras maestras de la colección, El señor de las montañas.
Eloi Puig, 16/10/09 |
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