Segundo volumen de las Crónicas de Corum y la mano de
plata que continúa de manera desigual las aventuras de
Corum empezadas en El
Toro y la lanza.
En esta parte central de la trilogía Corum tiene que rescatar
al Rey de todas las tribus mabden que está prisionero de
los Fhoi Myore. Este rey es la única persona capaz de unir
a todas las tribus y enfrentarse a la amenaza que suponen los ejércitos
de estos seres venidos de otro plano (dimensión).
Aquí se acaba el argumento. Una linia argumental clásica
con bastante acción pero que pierde un poco de aquel sentido
pseudofilosófico que se podía entrever en la primera
parte y que era uno de los puntos interesantes que tenía.
Moorcock se dedica a explicarnos más y más aventuras
de Corum y sus compañeros para ayudar a los humanos que lo
invocaron desde el futuro.
Creo que esta segunda novela ha perdido algo de frescura respecto
a la primera. Los acontecimientos han evolucionado poco y el autor
se dedica a introducir profecías y leyendas a diestro y siniestro
por justificar que el argumento acabe siendo coherente (que ya es
mucho). A Moorcock le reconozco sus intentos de dar una visión
profunda a la saga mediante la introducción de personajes
y historias propias del pasado, pero el hecho que los personajes
siempre hayan de ir a buscar algunos de los "tesoros" sidhi dejados convenientemente para ayudar en el futuro,
vuelve a colocar el concepto de "destino" en un punto
demasiado evidente, pues al igual que en la primera novela nos da
la sensación de que todo ya está escrito y que haga
el que haga nuestro héroe, será lo que este "destino"
haya escogido.
La lectura es tan amena como la primera parte y esto salva en parte
la novela porque la linia argumental se va haciendo cada vez más
sencilla y al autor parece que se le vayan acabando las ideas (o
quizás las guarda por el final de la saga). La cuestión
es que Moorcock abusa de su visión del Multiverso por introducir
personajes por sorpresa o por realizar atajos cuando le conviene.
Esto da una sensación como de que el autor puede salvar y
ayudar a los poco carismáticos personajes en cualquier momento,
sin dar más explicaciones que "Esto forma parte de
otro plano y por lo tanto su papel en este mundo es muy diferente".
No es una mala idea entrecruzar los Multiversos para dar juego
a la trama pero hacerlo constantemente y siempre en el momento que
el héroe necesita ayuda da una idea de la poca imaginación
del autor que con una buena idea pretende escribir decenas de libros.
Para resumir, una continuación amena, que se lee bien, pero
que te deja con la sensación de que el autor no tenía
ganas de explotar sus ideas. Veremos como va la tercera parte.
|