Hacía ya un año que tenía esta trilogía
acumulada en la pila. Y es que a mí Michael Moorcock me da
un poco de miedo. Tras leer las cuatro primeras novelas de Elric
hace unos cuantos años me paré en seco. No se si no
las acabé de captar o si simplemente eran mediocres. Ahora,
tras leer El Toro y la lanza, la primera novela de la trilogía
de la Crónica de Corum y la mano de plata he llegado
a dos conclusiones: La primera que efecivamente las novelas no son
nada del otro mundo y la segunda que si no te lees por orden cronológico
el ciclo del Multiverso es posible que valores más bien negativamente
sus obras puesto que pueden llegar a confundir mucho al lector.
Corum es una de las reencarnaciones del "Campeón Eterno",
aquel héroe que a través de varias dimensiones (o
planos) lucha contra el caos. Otras reencarnaciones son el famoso Elric de Melniboné,
Erekosë o Hawkmoon, todos ellos con sus propias novelas (aunque
a veces se cruzan entre ellos cuando viajan a través del
Multiverso). De hecho, esta trilogía es la segunda dedicada
a Corum, la acción de las presentes novelas continúa
años más tarde de donde finalizó la primera
trilogía (que por cierto ganó algunos premios destacables)
Y que hay que decir sobre Corum? Pues que a priori me recuerda
a Elric, el héroe solitario y atormentado que vive desganado
del mundo y que piensa más en suicidarse que en luchar por
algo que valga la pena. El Toro y la lanza nos presenta
a un Corum nostálgico, triste que es invocado desde el futuro
por unos humanos que necesitan de su ayuda. (este punto quizás
es uno de los más originales de la novela). La linia argumental
gira sobre unos semidioses que están cubriendo la Tierra
del futuro con hielo y frío destruyendo cualquier vestigio
humano. El misterio de quien son y porque han venido será
una de las llaves de la lucha contra ellos.
A partir de aquí Moorcock escribe pensando en el equilibrio:
Nos muestra capítulos dedicados a la acción combinados
con otros de simple sucesión de acontecimientos. La novel.la
tiene un argumento muy lineal, incluso demasiado ordenado. Se lee
bien, pero le carece espontaneidad. Sí, es una primera parte
de una trilogía pero no parece hecha con ganas de marcar
al lector. Los personajes son planos, sin que te sientas identificado
con ellos, muy estereotipados (el héroe, la chica, el brujo,
los malos) y sin carisma.
Moorcock intenta realizar un ejercicio filosófico con Corum,
atorgandole pensamientos profundos y dando un aire místico
al omnipresente destino que convive con el "Campeón
eterno". Lo consigue en parte, pero del mismo modo que este
destino que acompaña siempre a Corum es un concepto interesante
también puede llegar a ser un lastre pues a menudo tenemos
la sensación de que todo ha de acabar bien a la fuerza.
En definitiva, una novel.la amena, pero sin pretensiones, que tiene
alguna idea buena pero que tampoco inventa nada dentro el género.
Ideal por pasar un rato entretenido. Quizás las continuaciones
ofrecerán más calidad narrativa y un argumento más
trabajado.
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