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Joe Abercrombie es un nombre que había sonado demasiadas veces en conversaciones y tertulias para relegarlo más tiempo al olvido. Un autor que con sólo una trilogía había sembrado de satisfacción las caras de muchos amigos. No podía ser de otra forma pues. Martin y Rothfuss debían esperar un poco. Ahora tocaba empezar a leer la trilogía -terminada- llamada La primera ley.
El primer título de esta trilogía épica se llama La voz de las espadas, una entrada quizá demasiado altisonante que en realidad nos narra una historia de guerras, naciones e intrigas políticas, pero sobre todo una historia de personajes, más centrada en las personalidades, los talantes, la carisma de tres hombres, cuya vida parece que vaya a confluir en una sola historia de carácter épico. También hay que decir que el autor se toma su tiempo en narrarnos esta primera entrega: No encontraremos cliffhangers ni situaciones que nos obliguen a leer de forma compulsiva pero el ritmo no decae nunca, quizás por la apuesta permanente por los personajes:
Tenemos a Logen nuevededos, una bárbaro, un guerrero experimentado llamado el sanguinario que huye de una de sus últimas batallas y parece encontrar un nuevo camino interior, aconsejado por Bayaz, el Primero de los Magos, un personaje campechano y misterioso a la vez, sabio y terrible al mismo tiempo.
También encontramos a Jezal dan Luther, un joven aristócrata que piensa sólo en beber y ligar, en vivir una vida plácida al servicio de la guardia de la capital. Participa con desgana en un torneo de esgrima pero su vida da un vuelco cuando conoce a la hermana de su Superior - y amigo- el capitán West.
Y no nos olvidemos del tercer protagonista, el que sin duda se lleva nuestra mirada más cómplice, nuestra devoción más intensa: Glokta, un héroe de guerra, mutilado y torturado durante dos años y que ahora ejerce ... de inquisidor. No creo que sea casual que uno de los principales protagonistas sea una persona discapacitada - en este caso debido a las intensas torturas que le infligieron durante su cautiverio-, una persona sarcástica, que saca lo mejor de sí mismo con una innata inteligencia con la que ha de superar las trabas que le impone su condición física ... no hace falta decir que en estos momentos también me vienen a la cabeza Tyrion Lannister y Miles Vorkosigan. Porqué siempre estos tipos de personajes despiertan la empatía con el lector? Probablemente por que tendemos a identificarnos más con los débiles - aunque sean unos malnacidos, puntualicemos
Joe Abercrombie parece fabricar una especie de juego malabar con una historia tópica y sin demasiada originalidad: un viaje enigmático de un guerrero y un mago, las penurias de escasa importancia de un noble inconsciente y la torturada vida de un torturador - aquí le reconozco un punto importante de originalidad-. Y de todo ello hace una caricatura sutil, amena y que acaba resultando muy entretenida. Es cierto que la historia no tiene nada de nuevo pero los personajes son tratados de una forma sublime, siempre intercalando sus pensamientos en los diálogos - especialmente el sarcasmo de Glokta-, siempre dando la visión propia de quien lleva el peso del capítulo. El resultado es muy positivo y nos deja con ganas de mucho más.
La trama parece seguir una estructura clásica en las novelas de fantasía épica, con un escenario claramente medieval donde la magia - siguiendo las tendencias de otros autores de estilo similar como Martin, Rothfuss o Kearney- es escasa y sutil - excepto cuando estalla- de modo que la ambientación no se nos hace excesivamente extraña. También siguiendo las últimas corrientes en este tipo de literatura, observaremos como el 100% de los personajes son humanos y aunque se nos insinúan algunos monstruos, espíritus etc, no toparemos con razas humanoides que beben de Tolkien y de la mitología nórdica.
Más de un compañero de lecturas que me había recomendado antes la novela, me decía que no sabía si el autor se reía de nosotros o no: Es cierto que los tópicos de la fantasía épica son repasados en esta novela pero también es cierto que la lectura se muestra adulta y eficaz y que sin alejarse de estos tópicos los utiliza para hacer una permanente guiño al lector.
Lo dejo aquí: he disfrutado y estoy curioso por saber por dónde irán los tiros en las novelas que le siguen: Antes de que los cuelguen y El último argumento de los reyes.
Eloi Puig, 19/09/12
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