Hace unos tres años leía boquiabierto un thriller de ciencia ficción llamado Un intrús a l'estany (Un intruso en el lago). Una novela apasionada y llena de ritmo que nos mostraba, bajo una mirada cercana, una trama que especulaba sobre biología, matemáticas y pura ciencia ficción. Joan Marcé, su autor, la publicó en 2011 y al año siguiente llegaba a la final de los Premios Ictineu. Ahora, cuatro años más tarde, nos presenta la segunda parte, El visitant (El visitante), una novela que quiere ir un poco más allá y que repite las virtudes de su predecesora, que, paradójicamente, se convierten en su principal handicap a superar.
Vayamos por partes: El visitant es una novela, que si bien, se incluye dentro de la trilogía El missatge, puede leerse de forma autónoma -aunque recomendamos si es posible atacar primero Un intrús a l'estany-. Marcé repite esquema con el acierto de decantar, al menos en la primera mitad del libro, la presión de la acción a nuevos personajes, encarnados esta vez por los arqueólogos Adar Khami y Tate Thorsen, iraquí él y noruega ella, que descubrirán un grabado mesopotámico que parece tener relación directa con las señales que provienen del espacio exterior - descubiertos en el anterior libro-. El estudio de las ruinas de un zigurat en la mítica ciudad de Uruk, en la actual Irak, desvelará aún más secretos que complementan los que ya teníamos hasta ahora.
Vemos pues como el autor esta vez explora los caminos de la arqueología, la lingüística y la historia para hacer avanzar la trama. Naturalmente nos cruzaremos con personajes conocidos como Ramon Verdaguer o Eva McCanon y podremos seguir disfrutando de una obra trepidante que si bien sigue el esquema de una novela de espías tiene un trasfondo claro de temática extraterrestre.
Comentaba antes que las virtudes de la presente novela son el principal handicap a superar. Efectivamente, el pequeño problema que nos toparemos es que todo lo que ocurre en la novela nos suena. Tenemos un ligero sentimiento de dejà vu con la trama con el añadido de que ahora sabemos con que nos enfrentamos desde el principio y por tanto el factor sorpresa queda eliminado. Dejando a un lado las obvias diferencias entre la biología y la arqueología, por tanto entre las especulaciones científicas de la primera novela y las fascinantes teorías sobre lenguaje e historia antigua que conocemos en esta segunda, la estructura de El visitant es básicamente la misma que en Un intrús a l'estany: un elemento de clara referencia a un contacto alienígena que descubren unos científicos; una entidad interesada en sus secretos, una trama policíaca de ritmo frenético para escapar de una persecución implacable y una revelecaió final llena de perspectivas. Todo ello es el mismo que ya habíamos leído, simplemente acoplando las ideas y conclusiones de la primera con la presente novela.
Me he encontrado con una novela demasiado parecida a su predecssora con todo lo bueno y lo malo que ello representa: Por el lado positivo, tenemos una gran historia, muy bien narrada, con una ambientación impecable, con personajes creíbles e incluso mejorando un poco el rol de los malos que siempre tienen tendencia a estereotipar-se. También seguimos con un buen ritmo, lleno de cambios de escenarios. Por el lado menos positivo, como decía, encontramos una mismo guión aplicado a esta segunda novela, donde se repiten esquemas hasta el punto de que te parece estar leyendo la misma historia bajo otro ángulo. Dejà vu!
Espero con ansia la resolución de la trilogía, porque primero: Es una buena historia; segundo: está narrada con maestría, y tercero: especula de forma coherente utilizando ciencias sociales y físicas en un entorno de ciencia ficción creíble. Sólo un consejo totalmente subjetivo, pero: La tercera parte debería poseer suficientes elementos propios para que el lector disfrute más de ella, pues El visitant ha perdido frescura precisamente porque recuerda demasiado a la primera parte. La conclusión de la trilogía debería ser más innovadora, sin renunciar a la intriga y los recursos que tan bien cultiva Joan Marcé.
Todo un reto sin duda, pero creo en el autor. A pesar de la escasa obra publicada por Marcé, (aparte de las dos novelas, tiene algún cuento más que notable que puede encontrar en la antología Científics lletraferits), tras comprobar su soltura en la creación de thrillers, me atrevería a afirmar que tenemos ante nosotros un escritor capaz de escribir sobre cualquier temática y que esta se nos haga adictiva y muy placentera.
Eloi Puig,
14/02/2016
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