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Guerra.
Este es el concepto estrella, el trasfondo por donde transcurren las aventuras de Geralt de Rivia desde que en el anterior volumen -Tiempo de Odio- se precipitan los acontecimientos y estallara la violencia. La guerra entre Nilfgaard y los reinos del norte está en su máximo apogeo y propicia escenarios enfermizos donde se describen -casi siempre de segunda mano- los fectos colaterales de toda confrontación bélica: emigración masiva de civiles, destrucción de pueblos, violaciones, saqueos ... pero Sapkowski también lanza un mensaje subliminal sobre la economía de ciertas regiones, explotada por causas mayores - la guerra- como es el caso de la deforestación - otra vez el toque ecológico que sale reforzado también cuando se habla del extinción de especies, incluidos monstruos, por la mano del hombre-. En resumen, Bautismo de fuego es un peligroso paseo por las líneas fronterizas de la guerra.
Tiempo de Odio nos proporcionó -hasta ahora- la mejor de las entregas de la saga de Geralt de Rivia y nos dejó con la esperanza de que las mismas tramas abiertas alcanzaran aquí, en Bautismo de fuego, un grado más en la excelente trayectoria de la saga. Pero no ha sido así, el presente volumen representa un estancamiento en el desarrollo de la trama principal, parece más una novela de transición que prepara el terreno para que La torre de la golondrina - la próxima entrega- sea una propuesta muy movida .
Geralt está dispuesto a buscar como sea a Ciri por lo que inicia un viaje hacia el sur, para aventurarse en el corazón de Nilfgaard y rescatarla. Su caminar por los bosques y senderos le llevan a contemplar, como decía, los efectos que está teniendo la guerra. Mientras tanto, poco a poco, se le irán uniendo una serie de compañeros que por una razón u otra acaban siguiendo al brujo: desde su inseparable jasker; pasando por Milva, una chica de pueblo, excelente arquera, con buenas relaciones con elfos y dríadas; un nilfgaardiano renegado o el enigmático Regis. Todos ellos forman una compañía desigual, extraña, que el propio Geralt encuentra antinatural, pero la unión de la cual parece ser uno de los objetivos de Sapkowski para un volumen que aporta poco más.
De acuerdo, me dejo tal vez lo más importante: La logia creada por las principales hechiceras -todas ellas mujeres- que pretende salvaguardar la magia sin intervenir directamente con las guerras y batallas existentes y que buscan a una chica que les puede hacer mucho servicio , debido a su legado familiar. Por supuesto, hablo de Ciri. Los capítulos dedicados a las reuniones de las hechiceras son quizás los más interesantes de la novela pues son los que llevan el peso para hacer avanzar la trama en alguna dirección y no por los caminos erráticos por donde Geralt y los suyos intentan esquivar la guerra. Es una lástima que el autor no dedique más tiempo a dichas reuniones donde se está decidiendo buena parte del futuro.
También señaló que Geralt vuelve a ser el protagonista absoluto de esta quinta entrega ... pues Ciri sólo aparece puntualmente y sin ninguna evolución determinante desde que la dejamos con las ratas, aquella pandilla de bandidos dedicada al saqueo y el robo.
Por lo demás, como siempre destacar el notable uso de la lengua que hace Sapkowski diferenciando marcadamente el hablar de la gente culta de los campesinos o guerreros que no han tenido una educación. Todo ello regado con buenos diálogos y un ritmo que no decae nunca. Quizá estamos ante la novela más floja de la saga - hasta ahora- pero ya quisieran muchos escribir como lo hace Sapkowski y conseguir mantener este alto nivel siempre.
La torre de la Golondrina será la próxima entrega, y ya se vislumbra un cambio importante: El grueso de este libro supera con creces las 250 páginas que más o menos han tenido hasta ahora todos los volúmenes anteriores ... esperamos que esto signifique que la saga de Geralt de Rivia no se ha estancado y que las novelas todavía tienen mucho que decir.
Eloi Puig, 16/03/10
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