No hay novela de Adrian Tchaikovsky que te deje indiferente o que no aporte algo más de lo que esperabas. Tanto puede tocar el humor (Un dia tot això será teu), la emoción (Gossos de Guerra), la distopía ecológica (Trescafocs) o adentrarse en space opera altamente originales como Herederos del tiempo que siempre encuentrás uno o varios elementos de profunda reflexión. Y en este caso, quizás más aún, pues nos topamos con el clásico escenario del Primer Contacto o lo que viene a ser el mismo, la interferencia y contaminación tecnológica y cultural de una sociedad avanzada ante una civilización que lo es mucho menos.
“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia” decía la mítica sentencia de Arthur C. Clarke hace un montón de años. Y así es, ésta es una historia que trata expresamente este concepto.
Antic Llinatge es una novela muy inteligente sobre el sentido de la maravilla que despierta todo lo desconocido y que redefinimos como mágico por falta de otras palabras más adecuadas. Y lo haremos a través de una trama sencilla pero efectiva, sin embargo, quizás un poco carente de emoción pero que ofrece todo lo que se propone en menos de 200 páginas
Tchaikovsky nos ofrece una disyuntiva, un diálogo entre dos formas de entender el mundo o el universo. Lynesse, princesa inconformista que quiere ayudar a su pueblo, representa la fe frente a lo desconocido. Nyr, un antropólogo espacial abandonado en un lejano planeta, cabalga sobre la tecnología y una posición aparentemente superior basada en la ciencia. Los capítulos y los puntos de vista se sucederán entre Lynesse, narrados en tercera persona y Nyr, narrados en primera persona y esto ya evidencia una diferencia de tratamiento entre los hechos más palpables y conocidos, los descritos en primer término por Nyr, los que acompañan a las verdades absolutas de la ciencia, y los hechos bajo la mirada de la princesa, en tercera persona, más alejados de una visión real y quizás cerca de la visión de las leyendas del pasado.
Como comentaba antes, Lynesse es una princesa, una cuarta hija de su clan, que busca soluciones para un problema que azota su reino. Un misterioso monstruo parece devorar a los pueblos más allá de los bosques. Ante la impasibilidad de su madre, la reina, decide no perder el tiempo y subir a una montaña donde un viejo sabio mágico ayudó a su pueblo siglos atrás. O eso dicen las leyendas, por supuesto.
Nyr es un astronauta, un viajero espacial proveniente de la lejana Tierra que llegó a este planeta hace muchos años para estudiar la evolución de su gente, colonizadores llegados del planeta madre hace siglos pero que rompieron la comunicación y las relaciones olvidado su pasado. Ahora están aislados en el espacio... como él. Aquí veo algunos puntos en común con un clásico como es Planeta de Exilio de Ursula K. Le Guin. Nyr está mentalmente inestable debido a los largos períodos de soledad que ha sufrido entre las largas siestas bajo criogenización y un futuro incierto que no parece pasar por reencontrarse con los suyos. De hecho, a menudo debe activar el SDC (Sistema de Disociación Cognitiva) que es una herramienta tecnológica para apartar las emociones y actuar de manera lógica bajo cualquier circunstancia, pero este widget también resulta una espada de doble filo pues su uso prolongado altera la capacidad de recuperación y de volver a sentir las emociones de forma estable.
La relación entre Nyr y Lynesse es compleja. No sólo porque uno intenta resultar críptico por no contaminar más aún culturalmente a una sociedad preindustrial, también intervienen recuerdos del pasado donde Nyr no escatimó esfuerzos a la hora de saltarse sus propias normas. Por su parte, la chica lucha por ideales que siempre ha oído, busca un referente entre las leyendas de espada y magia del pasado y sabe que quizás tiene que pagar un precio para que el mago le ayude en su cruzada. Hay tensión, hay intercambios de formas de pensar y ver la propia realidad. Y también esperanza y frustración, anhelo y victimismo.
“—No es magia —insistió a pesar de lo que indicaba el sentido común—. Simplemente estoy hecho así. Formo parte de un pueblo que entiende cómo funciona el mundo.”
Así pues, la ciencia y la magia, lo palpable y real, y lo legendario y mítico, se irán combinando capítulo a capítulo bajo la visión y concepción de la realidad de los dos personajes principales. A destacar un capítulo compartido que pone cara a cara una historia contada bajo términos científicos y otra que rememora una leyenda, una epopeya, más poética y fácil de recordar. En este magnífico capítulo donde confluyen las dos percepciones de una misma historia lo que uno explica es interpretado por el otro a su manera. Un capítulo donde las dos versiones del mismo relato están escritas una junto a otra. Una genialidad.
La historia fluye bien aunque quizá, como decía anteriormente, le falta un poco de emoción durante la travesía que la comitiva vive en busca del misterioso monstruo. De hecho, quizás falta concreción con el problema del demonio pero esto también da motivos para especular sobre tecnología que no entendemos y que puede parecer magia. Subimos un escalón la escalera tecnológica y volvemos a revivir la frase de Arhur C Clarke... que se puede aplicar también a nosotros, claro.
Porque recordad... “La magia sólo son los conocimientos de los mecanismos secretos del mundo”
Eloi Puig
07/09/2024
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